viernes, 1 de junio de 2012

Capítulo X

O. se deja caer. Es una expresión general para un sentimiento que se extiende a lo largo de su vida. A menudo busca pequeños responsables para dejar caer la sentencia: Me siento así por ti. Pero no. Es un sentimiento que trasciende edades y fronteras. 

O. busca a quién responsabilizar de lo que siente. Busca EN QUIÉN esconder lo que siente. A menudo confunde a los dueños de sus sentimientos. Algunos creen que es por ellos. "Es por mí, seguro". "No, en realidad es por mí". "No, que es por mí" piensa O. Pero nadie se da cuenta. O, es un eterno segundo plato, un continuo segundero en el reloj, un continuo "puede esperar", un continuo "aguanta", un continuo "ya llegará", un continuo "qué pesada eres, yo estoy primero". O, espera a la cola de la carnicería con la lista de la compra, con una cerveza en la mano, con un cigarro, con un sueño, con una esperanza. 

O. espera con el verano balanceándose en su falda, con todos los sueños de vete a saber tú qué vida que acabará vete a saber tú cuando, esperando vete a saber tú qué. Qué cosa. 

Pero O, siempre es feliz. A pesar de toda la tristeza. Es de esas pequeñas cosas que la separan del resto. Ay, cuánto ha podido llorar en una tarde como esta, cómo de hinchados puede tener los ojos, cómo de despreciada puede llegar a sentirse, y sin embargo es capaz de sonreír con cualquier canción, con cualquier esperanza de tenerla a ella entre sus brazos, ella que que se muestra receptiva, ella que parece suave, que parece sonreír, que parece tener ganas de ser feliz. Y no deja de imaginar su pelo meciéndose al ritmo de la música y de su cintura, de la cintura de las dos, del agua, del mar, de la sal, de toda esa desesperanza que ellas convierten en algo, en ganas de algo, en ganas de estallar, de sobrevivir, de volver a amar con sonrisas, no con lágrimas. 

O, sería suya. Solo necesita verla una vez más. Pero sabe que aún no. Que aún no se puede. Que hay que esperar. Y tiene miedo de todo. De todo el tiempo, de toda la distancia. 

No importa, no importa.

O. sabe cerrar muy bien los ojos. Herméticamente.


No hay comentarios: