lunes, 21 de noviembre de 2011

Lo que vendrá mañana

"Hoy voy a decirte lo que pasará mañana.

Nos cruzaremos y me mirarás, insistente... yo me dejaré. Empezaré a sentir esas mariposillas en la tripa cuando me sonrías, esas cosquillitas en los ojos y los escalofríos por la espalda imaginándome tus manos deslizarse como ellas por mi cintura, leves pero firmes. Quedaremos, tontearemos, hasta que ocurra.

Me besarás.

Yo a ti no, porque tendré el corazón roto y sin fuerzas para amarte... aún. Porque tú vas a encargarte de sanarlo. Empezaré a amarte, y huiré de mí para que no me alcances. Pero tú lo harás... tanto que llegaré a ser tú.

Pasará el tiempo y llenaré de ti los rincones de mi vida. Seré otra contigo; feliz.

Luego, uno de los dos se asentará. Es decir, lo dará todo por sentado. Se agobiará y el otro se dará cuenta. Empezará la desconfianza, las discusiones, los celos. Llegará la monotonía y no sabremos escapar de ella. No sabremos si será amor u otra cosa, y querremos recuperar aquello que sacrificamos por lo que un día que no recordamos ya, sentimos.

Uno de los dos tomará la decisión, y de un día para otro seremos extraños.

El que primero haga las maletas, vencerá. El otro se quedará sentado en la estación, esperando, viendo el tiempo pasar descalzo... Esperando nada.

Así que hoy... voy a dejar de pensar en ti.

¿verdad?"

Lunes 30 de abril del 2007

Una página de mi Diario.

miércoles, 16 de noviembre de 2011

Ignorar

Ya no me toco con las manos. Me hago el amor con palabras que se van de ruta por mis piernas, construyen puentes al corazón, se entierran en mi estómago.

El límite de la cordura se pasea por tus bordes. Eres más ausencia que otra cosa. Los dos lo somos. Nos construímos desde la más profunda oscuridad, somos dos puntitos de luz generando energía. Amor quizá. O vida, es posible. Incluso felicidad. Sueños también. Libertad.

A escondidas la jaula es más cómoda porque no hay que forzar los formalismos. Los límites son más difusos, más subjetivos. Hay más libertad para soñar y menos para construir edificios reales, bases estables, con sentido.

No existe la conclusión, o el final, o el razonamiento objetivo científicamente demostrable. No hay spoilers.

Qué bien se está en el equilibrio de la ignorancia.