martes, 24 de mayo de 2011

Solo soy yo

Solo soy una chica insegura del norte de España. No soy el colmo de la cultura. No tengo un vocabulario repleto de palabras que me hagan parecer más guapa. A veces hago una escapada al mundo, y sí, disfruto del cine, del teatro, de la ópera, de la literatura. No he leído todos los clásicos, ni conozco a muchos directores, pero sí soy capaz de conmoverme al escuchar a un músico en el metro, o de derramar unas cuantas lágrimas escuchando un concierto de música clásica en vivo. No conozco mucho de política. No. Pero tengo unos cuantos principios, unas cuantas ideas y un poquito de dignidad.

No visto muy bien. Nunca se me ha dado muy bien eso de combinar colores. Tampoco me gusta mucho gastar dinero en ropa, aunque de vez en cuando me gusta caer en la tentación. No me gusta salir en las fotos. Apenas tengo ninguna en la que no esté borracha, y si las tengo, en realidad, me avergüenzan muchísimo. No tengo ego (o seguridad) suficiente para divertirme posando, y sin embargo me encanta ver las fotografías de los demás. Me gustaría aprender a hacerlo para compartir con los demás lo que siento cuando veo un atardecer, o los reflejos en un vaso de agua, o al escuchar a los grillos en primavera.

En realidad ni siquiera me gustan esas cosas. No soy buena "haciendo". Se me da mejor sentir. Siempre ha sido así. Conozco poco, sé poco, soy buena en pocas cosas, pero siento una barbaridad.

También soy lenta. La mayor parte del tiempo tengo sueño, estoy cansada. Preferiría dedicarme a deambular por las aceras mirando a los demás. Es como si mi vida estuviese llena de huecos, de vacíos.

Tampoco quiero ser como los demás, ni quiero que me comprendan, ni que me tengan pena, ni que me miren, ni que me critiquen, ni que me odien. Sí que me quieran, aunque sea un poquito.

No quiero competir con los demás. No quiero tener que compararme continuamente con todo ni con todos.

Nachete, no soy guay. Soy vulgar, mediocre. Sé que tengo suerte, lo sé porque lo siento y lo agradezco con todas mis fuerzas, pero no hay más. Solo sé existir. Y sentir. SENTIR. Nada más. No puedo ofreceros más.

1 comentario:

Soy un cobarde sin amistades dijo...

¡Cómo mola molar sin pagar facturas!