jueves, 8 de julio de 2010

"En cuestión de amores, estás en pañales"

<<¿Es la soledad, la soledad entre la muchedumbre, la peor? ¿Qué hacer con la propia vida? ¿Acaso el mal radica ahí? ¡Tal vez sí! ¿Qué hacer con la propia vida? ¿Para qué sirve? ¿Qué transmitir? ¿Qué valores llevar con nosotros el breve tiempo que nos es concedido entre el nacimiento y la muerte? ¿Qué hacer con la propia vida?>>

Mitterrand

"Yo vivo literalmente al margen de la hitoria. Las únicas demarcaciones de mi vida han sido encuentros sentimentales. no hay otra cosa. Mis pensamientos, mis anotaciones en la agenda, mis proyectos de futuro para después de la tarde, recuerdos, hasta el deporte que tanto me gusta, todo, absolutamente todo tiene que ver con mi capacidad de secudir a los hombres: ¡más simples que un lapicero!

Me lavo el cabello, me arreglo los ojos, me pongo cremas en la cara y me ajusto una falda estrecha de cuero. Se me cruzan los cables. no puedo hacer nada. Me ssiento como embriagada mientras despliego mis encantos y percibo cómo la otra persona cae fulminada. Luego me ensaño siguiéndole la pista, simplemente, dejado de su propia suerte.

[...]

Cuando llegué  a la clínica de Marble Arch, las dos secretarias estaban nerviosas. Y yo feliz. Como si no fuera conmigo.  Quería, eso sí, guardar en un frasco un poco de mi niño. Estaba segura de que sería posible y se lo pedí a la enfermera antes de que me anestesiaran. Me desperté fatal. "¡Mi niño! ¿Dónde está mi niño?", no paraba de repetir, mirándolos a todos como una luciérnaga furiosa. Si ahora viviera tendría quince años. Es terrible. Estoy segura de que, al final, todo revierte sobre uno mismo. ¡Espera! ¡Espera! Hubo mucho más. Fue mucho peor."

Los protagonistas cotidianos del amor y de los celos no reflexionan sobre sus actos y mucho menos son capaces del relato sosegado. En cambio, a los que viven en el mundo de las ideas les esta vedado el de las pasiones. Una vida de braguitas y sentimientos al margen de la historia universal es más corriente entre la gente común. Los que podrían elaborar teorías sobre el amor sólo saben de soledades, desamores y ficciones. Los que viven no saben y los que saben no viven.

[...]

En lugar de zambullirse en la interpretación minuciosa de la pesadilla, es necesario perseguir el destello de un nuevo esplendor.

El viaje al amor, Eduard Punset

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