lunes, 25 de enero de 2010

El amor en los tiempos del cólera

"(...)

Al contrario de lo que hacía creer su corpulencia Lotario Thugut tenía una perinola de querubín que parecía un capullo de rosa, pero éste debía ser un defecto afortunado, porque las pájaras más percudidas se disputaban la suerte de dormir con él, y sus alaridos de degolladas remecían los estribos del palacio y hacían temblar de espanto sus fantasmas. Decían que usaba una pomada de veneno de víbora que enardecía la silla turca de las mujeres, pero él juraba no tener recursos distintos de los que Dios le había dado. Decía muerto de risa: "Es puro amor"."

Gabriel García Márquez

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