domingo, 7 de octubre de 2012

Carta


Estoy echando litros de leche caliente al estómago para que me duelas menos. Estoy haciéndome un océano por dentro, me estoy ahogando mucho y me están creciendo olas como manos de espuma que echan de menos tocarte.

Cuando estoy contigo soy un ciempiés. Camino despacito, vale, pero tengo como patitas diminutas con las que te recorro arriba y abajo, arriba y abajo. No te quejes si me centro en unas flores más que en otras, porque estoy haciendo fotografías con todos los sentidos, y ya les gustaría a otros, mi amor.

Como te echo de menos también por la garganta sigo bebiendo leche y también me meto muchas letras pos los ojos, como si fuese yo un pozo sin fondo. Fíjate. Más te vale que vengas pronto a salvarme. Porque me estoy creyendo Moby-Dick y eso no puede ser bueno.

Y oye, que tengo muchas ganas de invitarte a un picnic. Ahora que es casi invierno y acabamos de enamorarnos y no es aún tiempo de cerezas. Ya ves. Así soy yo, mejor que te vayas acostumbrando, mi vida.

Me estás haciendo cosas muy bonitas por dentro y no te das cuenta. Pero bueno, yo a callar. Que sin decirlo en alto es mucho más bonito. O eso dicen.

No hay comentarios: