A veces se me cae el corazón, se
me resbala por el pecho hacia abajo. Lo siento, siento cómo va descendiendo
poco a poco hasta depositarse encima del estómago. Lo noto entre otras cosas
porque la voz se me pone bajita. No como en susurros, pero sí como lenta y
dulce, calmada.
Justo entonces siento que me
crecen los acantilados al borde de la piel. Me crecen con violencia aunque
silenciosos, y siento la realidad como olas estrellándose en mí.
Todas estas cosas que siento, se
resumen en que necesito un abrazo. De los de verdad. De los de me importas y
para mí eres única y quiero estar contigo.
Y ya está. Eso es todo.
Soledad, sirve el té.
4 comentarios:
Bárbaro. Te he leído unos cuantos más abajo, me ha gustado mucho la forma que tienes de decir las cosas :) Besos
@Astartesinuosa
Muchas gracias corazón :)
De las cosas mas bonitas que he leído, sobretodo lo del abrazo, muy muy muy cierto. Maravilloso :)
Tus textos hacen sentir las palabras, producen una fuerte empatía, muy buenos. ¿Has pensado en dedicarte a esto profesionalmente?
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